“La felicidad humana no es producto tanto de grandes golpes de buena suerte que rara vez ocurren, sino de las pequeñas ventajas que tienen lugar todos los días” Benjamin Franklin
Si eres de los que cree que es necesario contar con un capital considerable ahorrado para comenzar a invertir puedes echar un vistazo a este post, donde te mostramos varios instrumentos en los cuales echamos abajo esta idea.
En numerosas ocasiones, uno de los factores determinantes a la hora de decidir invertir es cuando hacerlo. El momento de entrada es un punto importante en el devenir de la inversión, por ello la complejidad en la toma de decisión nos lleva a aplazar o retasar el momento de invertir.
Si bien es cierto que podemos acertar, esta tarea se antoja prácticamente imposible, ya que cognitivamente, nuestra mente va a dudar y buscar siempre “un punto más barato”.
Como ningún inversor cuenta con una bola de cristal (que sepamos y si lo hay, que contacte conmigo por favor), es conveniente establecer un plan de inversión sistemático, es decir, constante durante un periodo de tiempo establecido.
Este plan, te permitirá tanto aprovechar como salvar las fluctuaciones constantes del mercado. Invertirás en momentos en los que el mercado este “caro”, pero también, aprovecharás los momentos “baratos”.
El mercado, globalmente hablando se encuentra en crecimiento constante, por lo que este tipo de inversión a largo plazo te reportará mayores beneficios respecto a la opción de inversión en un “solo momento” y así evitarás el denominado efecto ancla, que es el sesgo cognitivo que describe la tendencia humana común a confiar demasiado en la primera información ofrecida (el ancla) a la hora de tomar decisiones.
Como puedes apreciar, la mejor forma de invertir es la progresiva y constante ya que generará un rendimiento mayor. En el ejemplo comentado hasta un 12% mayor. Eso si, siempre y cuando se respete la periodicidad y el plazo que decidamos establecer.
Ponte a ello, no te importe el momento. Fíjate un plazo en el tiempo, respeta ese periodo, se constante y verás que las semillas que plantes darán sus frutos. ¡Es hora de comenzar!