Hablamos de productividad
¿Cuántas veces has utilizado calendarios o listas de tareas para poder organizar tu día a día y no te ha funcionado? Déjame decirte que no eres él único.
¿No os ha pasado nunca eso de que tienes tantas cosas que hacer que no sabes ni por dónde empezar?
En este post te daré una serie de consejos o trucos para que puedas aprovechar al máximo las 24 horas que tiene el día.
- Aprende a gestionar tu tiempo: Diferencia entre los tipos de tareas que tienes que hacer o te van surgiendo día a día, ¿a cuáles tienes que dar prioridad?, ¿cuáles deberías dejar para más tarde o incluso para mañana? Diferencia entre las tareas urgentes y las importantes.
- Crea un hábito: Un estudio de Jane Wardle del University College of London nos dice que son necesarios un promedio de 66 días para crear un hábito. Repite esa misma tarea que quieres que se convierta en un hábito durante este tiempo y a partir de ahí te saldrá de manera automática.
Igual que todos los días te duchas antes de irte a trabajar o te lavas los dientes después de comer, convierte en un hábito dedicarle una hora o el tiempo que estimes necesario a esa tarea que tienes que realizar. Dedica una hora al día a hacer deporte, a leer, a formarte, etc. - Aprovecha las horas del día en las que te encuentres más activo: Nadie te conoce mejor que tú mismo, y si aún no te conoces en este aspecto es hora de que vayas haciendo pruebas hasta que lo hagas.
Siempre me ha gustado hacer deporte por la mañana, en las primeras horas de mi día, pero normalmente no tengo esa posibilidad porque me tengo que ir a trabajar. Igualmente nunca puedo ponerme a estudiar o hacer una tarea que requiera mucha concentración después de comer porque me quedo dormida, por eso aprovecho esas horas iniciales de la tarde para hacer deporte y activarme. Una vez que mi cuerpo ya está activo puedo seguir haciendo tareas sin que “me de el bajón.”
Cada persona es un mundo así que conócete y aprovecha tus horas de máxima energía para las tareas más importantes dentro de tus posibilidades. - Cuida tu ambiente: No es el mismo ambiente el que necesitamos para cocinar, que el que necesitamos para realizar una tarea que requiera de mucha concentración.
Aíslate si es necesario para que tu cabeza no se vaya al sitio que no debe. Si el ambiente es favorable tardarás menos en realizar la tarea que quieras llevar a cabo. Sin embargo, si no lo es puede que llegues a tardar hasta el doble. - Respeta las horas de descanso: Igual que tus horas más activas, el descanso de cada uno es un mundo. Hay personas que durmiendo 6 horas están como una rosa, y sin embargo otras necesitamos por lo menos 8 para poder pasar el resto del día con más energía.
El sueño, a diferencia de otras cosas, puede recuperarse. Por eso si una semana te encuentras más cansado de lo habitual deja a tu cuerpo que recupere las horas necesarias el fin de semana.
Fija una hora para irte a la cama e intenta respetarla todos los días. De igual forma, despiértate por lo menos un día a la semana sin ponerte el despertador.
- Aprovecha el tiempo de más que te regala la cuarentena: Este es un punto extra que he añadido dada la situación en la que nos encontramos.
Muchos os encontráis trabajando desde casa, eso hace que todo el tiempo que perdíais en desplazamientos ahora podáis destinarlos a otra cosa. Aprovéchalo. Ya no es necesario que te quites media hora o 40 minutos de hacer otra cosa, ahora la cuarentena te los está regalando ahorrándote los desplazamientos.
- Divide tus tareas en otras más pequeñas: Para poder cumplir con tus objetivos muchas veces es necesario que dividamos las tareas en otras más pequeñas.
Si quieres escribir un libro es posible que no lo consigas en un día, ni en una semana. Pero si tienes en mente escribir, por ejemplo un capítulo a la semana, es más que probable que consigas escribir ese libro.
- Fíjate objetivos alcanzables: Punto completamente ligado con el anterior. Se ambicioso pero empieza por el principio. Ya lo decía Fito, no se puede empezar la casa por el tejado.
Grábate a fuego todos estos consejos y empieza a aplicarlos desde ya, ahora que los sabes ya no tienes excusa.
¡Elige tu suerte!
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